Aprender un nuevo idioma puede abrir puertas a diversas oportunidades, ya sea para mejorar las perspectivas laborales, vivir en el extranjero, comunicarse con una persona especial, disfrutar de películas sin subtítulos o desenvolverse durante las vacaciones. Las motivaciones son tan variadas como los idiomas mismos. Ahora bien, siendo prácticos, ¿no sería ideal dominar un idioma en el menor tiempo posible? La respuesta es sí, y esto se vuelve aún más factible al elegir uno de los idiomas que resultan más fáciles de aprender para los hispanohablantes.

  1. Portugués:
    • Al compartir raíces latinas, el portugués y el español presentan similitudes en vocabulario y estructuras gramaticales. Aunque algunas pronunciaciones pueden requerir práctica, el aprendizaje de este idioma suele ser rápido. La variedad de acentos (portugués de Portugal o de Brasil) ofrece opciones según las preferencias del aprendiz.
  2. Italiano:
    • Como otra lengua romance, el italiano sorprende por su cercanía al español, especialmente en términos léxicos. La pronunciación es amigable, y la similitud en palabras como «per favore» o «grazie» facilita el reconocimiento. La influencia del italiano en el español también agrega familiaridad al aprendizaje.
  3. Francés:
    • Con aproximadamente un 70% de similitudes lingüísticas con el español, el francés se convierte en una elección atractiva. Aunque la pronunciación puede representar un desafío, la estructura básica de las oraciones es similar. La influencia del francés en diversos ámbitos culturales y la presencia de cognados facilitan el proceso de aprendizaje.
  4. Catalán:
    • Hablado en varias regiones, incluyendo Cataluña y las Islas Baleares, el catalán comparte muchas similitudes con el español en la lengua escrita y oral. Cognados como «habitació» o «verd» refuerzan la conexión entre ambos idiomas, aunque es importante tener cuidado con los «falsos amigos.»
  5. Rumano:
    • Aunque menos conocido, el rumano es la quinta lengua romance más hablada en la Unión Europea. Manteniendo vínculos con el latín, comparte estructuras gramaticales y vocabulario con el español. La pronunciación, en su mayoría fonética, brinda facilidad a los hispanohablantes.
  6. Inglés:
    • A pesar de la creencia común, el inglés no es tan difícil para los hispanohablantes. Comparte una gramática más sencilla y numerosos cognados, facilitando la comprensión. Aunque la pronunciación puede presentar desafíos, la exposición constante a través de series, películas y música en inglés puede mejorarla significativamente.

En resumen, la elección de un idioma más fácil de aprender desde el español depende de preferencias personales y objetivos específicos. Con la motivación adecuada y enfoque práctico, el dominio de un nuevo idioma puede convertirse en una realidad alcanzable. ¡Anímate a explorar el fascinante mundo de las lenguas!